Teletrabajo. ¿Cómo aprovecharlo en Paraguay?

Lo que importa es cómo lo hacemos y no desde dónde lo hacemos. De cuerpo presente, frente a frente, la comunicación en el trabajo no suele ser sencilla y es razonable suponer que, a distancia, los malentendidos se multiplican. Pero no: la experiencia del teletrabajo, que se extiende en buena parte del mundo, aunque crea nuevas dificultades que deben atenderse, evita buena parte de las pequeñas y grandes preocupaciones que impone la convivencia laboral.

Como ocurre con todos los cambios que nos trae el vertiginoso avance de las telecomunicaciones, primero llegan los hechos y después las normas. Y eso, por cierto, no es perjudicial en este caso: en Paraguay y en el resto de América Latina el teletrabajo ya no es una novedad, es un fenómeno en franco crecimiento.

Mediante la utilización de las tecnologías de la comunicación, el teletrabajo permite trabajar en un lugar distante y diferente a la oficina. Puede ser desde nuestra casa, la de un familiar o un amigo, desde un hotel, restaurant o sentados a la vera de un lago en cualquier otro rincón del mundo.

La opinión de los proyectistas locales y de otros países, refiriéndose a la Convención 177 de la OIT, que fue redactada bajo la previsión del trabajo a domicilio y ya tiene once años, es que resulta insuficiente para regular el trabajo a distancia. Y se debate una adaptación a la realidad actual.

LO IMPRESCINDIBLE

En Paraguay tenemos un proyecto de ley que en breve será ley y no supondrá, en principio, ningún obstáculo para esta modalidad de innovación laboral. Mientras tanto, al implementar total o parcialmente sistemas de teletrabajo en su empresa, hay aspectos fundamentales que deben contemplarse:

1- Plasmar en un documento escrito el objeto, alcance y condiciones generales de la modalidad.

¿Cuál será el mecanismo de contralor horario o de control de calidad? Hay que acordar y establecer desde el comienzo la vigencia, si será semipermanente, temporal o excepcional. Un régimen trimestral por tarea, una vez por semana o quince veces en el mes, por ejemplo.

2- Establecer cuáles son las responsabilidades del empleado:

a. contar con elementos necesarios para realizar los servicios;

b. trabajar en un ambiente reservado;

c. independientemente a la modalidad, cumplir con el

horario habitual de trabajo,

d. cumplir con las tareas u objetivos asignados.

CLAROSCUROS

Es innegable que el home office, teletrabajo, home working o como queramos llamarlo, tiene luces y sombras. Como grandes beneficios se mencionan:

– Mayor autonomía, flexibilidad y movilidad.

– Más vida familiar.

– Mejor integración de personas con capacidades diferentes.

– Menor stress, posibilidad de combinar trabajo con tareas domésticas.

– Menor problemas de convivencia entre empleados.

– Menor necesidad de equipamiento.

– Menor contaminación al disminuir el traslado de trabajadores desde sus casas a puestos presenciales.

Como desventaja, a menudo se menciona que, al no existir un ambiente laboral, hay menos interactuación social, lo que puede incidir en las conductas en el seno familiar. Muchas veces se diluyen las fronteras entre lo laboral y lo familiar, con efectos negativos.

LAPSO CLAVE

EEUU ya tiene una gran experiencia en teletrabajo, aunque se extiende en ámbitos laborales que requieren contratos de corto o mediano plazo y son menos las ocasiones en que se aplica a puestos directrices o gerenciales. En Europa tiene un alto porcentaje de implementación y aceptación y en Asia es una tendencia creciente. Paralelamente, en varios países latinoamericanos se implementan proyectos de prueba y evaluación a nivel gubernamental.

En Paraguay, aunque el teletrabajo se practica hace tiempo, estos próximos años serán los de su claro afianzamiento o su mero crecimiento vegetativo. Sea cual fuera el camino, como siempre, sea de cerca o de lejos, lo inmediato es establecer reglas claras para ahorrar malos entendidos, frustraciones y litigios.